GAFA DATA DRIVEN 424
Análisis de las inversiones de las compañías tecnológicas en los cables submarinos de internet y en los grandes centros de datos como activos fundamentales.
Internet y sus infraestructuras críticas
Situación actual de los cables submarinos y los centros de datos
Cables submarinos en el mundo
La red global de cables submarinos suma, en conjunto, más de un millón de km de longitud y, a excepción de Corea del Norte, Eritrea y la isla de Pascua, todos los Estados o territorios con litoral cuentan con acceso a, al menos, uno de estos cables.
Centros de datos en el mundo
Según un informe de 2019 de Global Market Insights, el mercado de los centros de datos alcanzó una valoración de más de 20.000 millones de dólares en 2018 y su crecimiento hasta el año 2025 le hará llegar hasta los 65.000 millones.
Otras compañías
Otras compañías occidentales han invertido en los últimos años grandes recursos en centros de datos, como es el caso de IBM,que tiene alianzas estratégicas en este ámbito con Google, Oracle, Cisco e Intel. En Asia destacan las grandes tecnológicas chinas Alibaba, Tencent y Huawei y algunas compañías indias, que cuentan con un potente mercado regional en cuanto a usuarios indiviudales.
El interés de las GAFAM en la red de cables submarinos y centros de datos
Competidores en otros mercados (China)
Proveedores de servicios
Las inversiones de estas empresas están potenciadas por el gobierno de China en el marco de la llamada «Ruta de la Seda Digital» y se centran en ampliar sus mercados digitales en el extranjero.
Baidu
Ha desarrollado una serie de alianzas estratégicas con empresas como Microsoft, Intel o BlackBerry para aumentar su capacidad tecnológica. Colabora con Huawei y Xiaomi en materia de inteligencia artificial e Internet de las cosas.
Alibaba
A través de su negocio de comercio online, sus principales intereses en la actualidad son la expansión de sus soluciones de nube a otros servicios, el desarrollo de inteligencia artificial para automóviles y la creación de alianzas financieras con pequeñas y medianas empresas.
Tencent
Ha firmado acuerdos con Google para el intercambio de patentes en materia tecnológica, está aumentando su presencia en empresas de videojuegos y tiene acuerdos con grandes empresas comerciales para gestionar sus plataformas logísticas digitales y sus sistemas de pago online.
Huawei
Además de la fabricación de teléfonos inteligentes y la provisión de servicios de telecomunicaciones, Huawei había trasladado el foco a las infraestructuras de comunicaciones submarinas. En septiembre de 2018, Huawei Marine, una empresa formada junto a la británica Global Marine Systems, completó la instalación de un cable de fibra óptica de más de 6.000 km de longitud entre Brasil y Camerún. No obstante, en 2019 vendió gran parte de su conglomerado de cables submarinos tras el veto comercial impuesto por el gobierno de Estados Unidos.
Operadores de telecomunicaciones
Estas tres compañías, todas pertenecienes al gobierno de China, son las principales en la industria de telecomunicaciones del país.
China Telecom
China Telecom tiene participaciones en un total de 33 cables submarinos, incluyendo el cable de más de 9.000 km que, gracias a la financiación de Google, une Estados Unidos con Japón, además de en una serie de enlaces terrestres de alta velocidad en más de 70 países.
China Mobile
China Mobile ha optado por invertir en grandes centros de datos, principalmente en China, pero también en Singapur y Hong Kong, y participa en una serie de cables submarinos entre Asia y Europa. Uno de ellos es el cable de casi 16.000 km de largo que conectará Singapur, Hong Kong y Estados Unidos y en el que también han invertido Facebook y Amazon. Su instalación se prevé para finales de 2020.
China Unicom
Aunque más limitado, el papel de China Unicom también es interesante, puesto que posee de forma total o parcial 15 cables submarinos con origen en Asia, incluyendo el Sea-Me-We-5, que conecta el continente asiático con África y Europa.
Factores clave
Escenarios de futuro
Cambio climático
En junio de 2019 MegaFon, el operador telecomunicaciones más importante de Rusia, y Cinia Ltd, la empresa pública de telecomunicaciones de Finlandia, firmaron un memorando de entendimiento como primer paso hacia la construcción de un cable submarino que conectaría Europa (desde Finlandia a través del norte de Noruega y la península rusa de Kola) con China y Japón.
Se prevé que este cable sea más corto que los cables que ahora mismo unen a Europa con Asia, y más fiable, ya que evitaría las regiones del planeta con mayor tráfico marítimo, como el estrecho de Malaca. Además, su instalación podría provocar que empresas como Amazon, Facebook o Microsoft decidieran trasladar sus centros de datos al norte de Escandinavia.
La puesta en práctica de esta idea será posible gracias al aumento de temperaturas que trae consigo el actual contexto de cambio climático, ya que en la actualidad el océano Ártico es navegable durante seis meses al año, en vez de tres como ocurría en periodos históricos anteriores.
Nuevas tecnologías
El crecimiento masivo continuo del ancho de banda, de los centros de datos y de las conexiones globales a través de los cables submarinos es una apuesta a medio plazo necesaria para dar soporte a las nuevas tecnologías, que en la actualidad están marcadas por las siguientes tendencias:
-
La creación de nuevas plataformas de streaming.
-
La velocidad de conexión requerida por el 5G.
-
La necesidad de calidad, seguridad y continuidad en el servicio para gobiernos, operadores de telecomunicaciones, corporaciones multinacionales, proveedores de contenido, pymes y usuarios a nivel individual.
-
La tecnología del blockchain y las criptomonedas.
- El desarrollo de nuevos métodos de pago a través de Internet.
-
El Internet de las cosas.
-
Los contratos entre gobiernos y grandes compañías tecnológicas.
-
Las actividades de videovigilancia, seguimiento del transporte y localización en tiempo real y a nivel global.
-
Ciberseguridad.
Estas circunstancias hacen que los grandes proveedores de contenidos digitales orienten sus esfuerzos no sólo en proveer la tecnología, los servicios y las plataformas necesarias para su desarrollo, sino las infraestructuras que den soporte a los mismos, asegurándose así una posición de privilegio.